Aprovechando que es el día de la madre he hecho este pequeño homenaje. Espero que os guste y que paséis un muuuuuuuuy buen día de la madre junto con ellas. Las mejores.
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Al nacer lo primero que vemos es a nuestra madre la cual en
ese mismo instante se convierte en la protagonista de nuestra historia. Todo es
gracias a ella y por supuesto, a su fiel caballero, a su príncipe azul sacado
del cuento, a nuestro padre.
Los meses van pasando y lo que una vez fue la protagonista
principal va perdiendo poder convirtiéndonos a nosotros cada vez más líderes de
la historia, siempre poco a poco.
Llegamos a la época en la que mamá pasa de un segundo a otro
de ser la diosa más admirable a la madrastra más mala que te puedas imaginar,
pero ese es su trabajo en esta historia.
Al cabo de los años ella se convierte en un personaje secundario dejando protagonismo a nosotros mismos, aún así, aunque en esa época
llegue a ser la mujer más insoportable, siempre está ahí. Ayudándonos,
apoyándonos, amándonos.
Llega el momento en el que un nuevo protagonista entra a
nuestra trama: sí, el amor llama a nuestra puerta en forma de rey o reina, pero
al final muchas veces sale rana. ¿Y quién está ahí? Nuestra bruja malvada, cada
vez menos nuestra.
Amores y desamores llegan y vuelven como suspiros de aire
gélido y cálido hasta que encontramos el verdadero. Y ahí es cuando nuestra
querida madre se da cuenta de que hemos crecido, que hemos madurado, pero aún
así siempre seremos “su niño/a”.
Nos mudamos, nos independizamos totalmente. Hay gente que
conserva sus raíces pero otros tristemente no. Aunque nuestra madre siempre queda
en el corazón, a pesar de que haya miles de kilómetros entre brazos y brazos y
entre labios y labios.
Ya entrados en años y vestidos de pies a cabeza de negro
lloramos en silencio o no tan silencio a ella. A esa mujer que nos dio la vida.
Y la amamos por ser: Luchadora. Princesa. Reina. Madrastra. Diosa. Un personaje
infinitamente importante en nuestra propia historia. Nuestra y de nadie más,
aunque hay personas que dejan huella. Así que espero que vuestra madre sea uno
de ellos. Por que la mía ya tiene el título de Superheroína.
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